Reserva tus días en el Solar y empeza a disfrutar
Casona del siglo XIX de aspecto tanto sólido como acogedor, cuyas espaciosas galerías incorporan el Patio de Los Araucos, con olivos del lugar, un gran pino, laureles, ágaves, cactus y rosas. Desde allí, con el amplio horizonte de álamos, eucaliptos y también de algarrobos, chañares, retamas, jarillas, pichanas y otros ejemplares del bosque autóctono, puede admirarse el primer “mirador azul” (significado de “Copacabana” en la lengua de los india de los antiguos diaguitas) de las bellas Sierras de Zapata. Por sus ventanas, puertas y pasillos la casa se incorpora, a su vez, al Parque de Los Olivos que la rodea, desde cuyo ambiente de árboles centenarios, zorzales, canarios, palomas, sol y frescas sombras de sus rincones de descanso, la vista se dirige inevitablemente hacia los otros “miradores azules”: cerca, las hermosas Sierras de Copacabana y las nieves eternas del Famatina en la lejanía. El ambiente interior es sencillo y alegre, sumamente cálido y acogedor: una bonita combinación de lo tradicional y lo nuevo, con todas las comodidades y rincones que invitan al sosiego y el descanso. Confortable, rodeada de naturaleza y montañas e inundada de paz, es una casa con alma, que atrae, que no da lugar a la indiferencia. La tranquilidad del ambiente provoca dos deseos. Caminar por la finca de aceitunas y uvas, por el pueblo y sus artesanías y por las aguas y arenas cálidas del río; andar en bicicleta, subir los cerros o conocer en 4x4 las fincas, campos y médanos de “
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